Sonoma se luce en el Presidente InterContinental: vinos, mariscos y mucha pasión

En el corazón de Polanco, el Hotel Presidente InterContinental fue el anfitrión de una tarde perfecta para los amantes del vino y la buena vida. Con una selección de etiquetas de Sonoma, California, y una atmósfera relajada pero elegante, el evento reunió a sommeliers, expertos, productores y aficionados que compartieron copas, bocados y grandes conversaciones alrededor de una pasión común.

Bodegas como Rombauer, Inman Family, La Crema, Hanna Winery y Sangiacomo presentaron algunas de sus etiquetas más representativas, permitiéndonos viajar con cada copa por los diversos valles y microclimas de Sonoma. Cada vino contaba una historia distinta: desde la frescura mineral de la costa hasta la riqueza de los valles más cálidos.

Entre todos, hubo tres etiquetas que marcaron momentos especiales en la cata. El Hanna Sauvignon Blanc fue la puerta de entrada ideal: un vino vibrante, de ataque fresco, aromas intensos a lima, toronja y notas herbales, con una acidez chispeante que pedía mariscos al primer sorbo. Luego llegó el La Crema Chardonnay, que enamoró con su textura untuosa, su carácter de manzana asada, miel y suaves tonos de mantequilla, todo envuelto en una acidez que equilibraba su riqueza, demostrando el fino trabajo de barrica. Finalmente, el Sangiacomo Pinot Noir cerró el círculo: un tinto elegante y sedoso, con aromas a cereza madura, frambuesa y un toque de especias dulces, taninos amables y un final largo y sofisticado que acompañó a la perfección los bocados más sustanciosos de la tarde.

El evento también abrió espacio para el vino mexicano, con bodegas como Hacienda Florida, Casa Madero, Casa Zamora y Casta de Vinos, quienes compartieron su trabajo y dejaron claro que en México también se están haciendo grandes cosas. La convivencia entre productores de ambos países aportó frescura y enriqueció la experiencia, mostrando el talento, la pasión y la diversidad que definen a nuestra escena vinícola actual.

En la parte gastronómica, The Palm montó una espectacular barra de mariscos con ostiones y camarones frescos, mientras que Chapulín puso su sello mexicano con bocadillos como el taco de barbacoa, que encontró un maridaje inesperadamente armonioso con el pinot noir de Sangiacomo. Cada propuesta resaltó el espíritu del evento: disfrutar, explorar y dejarse sorprender.

Da gusto ver que se organicen eventos tan agradables y bien pensados para seguir promoviendo la cultura del vino en México. Una tarde para recordar, que nos dejó con ganas de seguir explorando la riqueza vinícola de Sonoma… y de brindar por más encuentros como este.

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