Emilia-Romaña, en el norte de Italia, tiene clima continental con influencia marina y suelos fértiles. Los tintos (Lambrusco) son frutales, frescos y espumosos; los blancos (Albana, Pignoletto) son aromáticos y equilibrados. Destacan Lambrusco di Sorbara, Albana di Romagna y Pignoletto dei Colli Bolognesi.