Col di Lamo: Una Joya de Montalcino

En el corazón de la Toscana, donde los paisajes ondulantes se mezclan con el aroma de la vid, y donde es imposible no acordarse de la película de Gladiador acariciando los trigos de la Toscana, se encuentra Col di Lamo, una bodega que no solo produce vinos excepcionales, sino que también cuenta una historia inspiradora.

En mi reciente visita, tuve el privilegio de conocer a Giovanna Neri, la propietaria y fundadora de esta bodega pionera. Su trayectoria es un testimonio de dedicación y pasión en un mundo tradicionalmente dominado por hombres.

Giovanna comenzó su andanza en el mundo del vino en una época en la que la presencia femenina en la industria vitivinícola era casi nula. Con una determinación férrea y un profundo amor por la tierra, decidió fundar Col di Lamo en 1999. Su enfoque innovador y su compromiso con la calidad han permitido que su bodega se destaque en la producción de dos de los vinos más emblemáticos de la región: el Rosso di Montalcino y el Brunello di Montalcino. Este último, considerado su vino insignia, ha recibido numerosos reconocimientos por su excelencia y carácter.

Durante la cata, Giovanna nos deslumbró con la complejidad y elegancia de sus vinos. El Rosso di Montalcino es un vino vibrante, con notas de frutas rojas y un final aterciopelado. En contraste, el Brunello, con su rica estructura y sabores profundos, refleja la esencia misma de la Toscana. Pero no solo eso; también tuvimos la oportunidad de probar el vino Lamo, una mezcla cautivadora de Sangiovese y Cabernet. Esta creación es un reflejo de su espíritu innovador, combinando tradiciones y técnicas modernas.

Col di Lamo no es solo una bodega; es un proyecto que encapsula el corazón de la viticultura toscana. El emblemático perfil de mujer que adorna sus etiquetas, junto con el distintivo color naranja, se erigen como símbolos de originalidad y ruptura con las normas tradicionales de la región. Giovanna ha logrado no solo posicionar su bodega en un mercado competitivo, sino también inspirar a otras mujeres a seguir sus pasos.

Su historia es un faro de esperanza y motivación para todos aquellos que creen en la importancia de la perseverancia y la pasión. En un mundo donde las convenciones son a menudo desafiadas, Col di Lamo se establece como un ejemplo brillante de cómo el amor por el vino y la dedicación pueden llevar a la creación de algo verdaderamente excepcional.


Fue hace unos meses cuando con mi queridisima Laura Santander probamos un Brunello di Montalcino de Col di Lamo y los dos quedamos asombrados. Esto me motivó a visitar a Giovanna. Hoy, al despedirme de esta encantadora bodega, sentí que había sido parte de algo especial. La historia de Giovanna Neri y su Col di Lamo es un recordatorio de que el mundo del vino es tan diverso como los vinos que produce, y siempre hay espacio para la innovación y la voz femenina. Sin duda, un destino que merece ser explorado en el corazón de la Toscana.

Nota cinemática: Por cierto, en el paisaje pueden observar el circulo de los cipreses, y los campos donde se filmó la legendaria película de Gladiador, en donde camina acariciando los trigos, otra excusa para estar en Montalcino.

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